sábado, 19 de febrero de 2011

RADIOHEAD

-Si ya se que había prometido subir algo muy distinto hace un par de días- pero fíjense que ayer por la mañana, leí una noticia sobre el nuevo lanzamiento de Radiohead y de que ya habían habilitado la descarga digital de su tan esperado nuevo álbum The king of limbs (poco más de medio día antes de lo previsto, creo) por la módica suma de nueve dólares en formato mp3 y catorce en wav. Así que me dí a la tarea de conseguirlo lo antes posible y poder escucharlo. Lo que me llamó la atención primeramente fue el número de cortes que conformaban el disco, ya que previamente no tenía otra información respecto al octavo trabajo de los ingleses aparte del título y la fecha de sus salida. Sólo ocho son las canciones que forman parte de esta nueva obra, dos menos que su predecesor y de hecho hasta ahora el que menos tracks ha contenido desde el ya mayor de edad Pablo honey (Parlophone, 1993), que fue puesto a la venta por estos días, hace dieciocho años.
Igual lo que nos importa aquí no es la cantidad sino la calidad, y tratándose de Radiohead, sabemos que la hay, y de sobra. A sólo casi un día de haberlo escuchado por primera vez y después una y otra vez, creo que puedo compartirles mis primeras impresiones, así como de ciertos detalles que pude notar.
De entrada, algo de lo que yo me pregunto, es, en el caso de una banda como esta, que prácticamente desde sus inicios ha tenido a medio mundo al pendiente de su música, que de manera sobradamente inteligente y talentosa supo desmarcarse del calificativo grupo "one hit wonder", dando bofetada con guante blanco a todo aquel que los conocía o que solo iba a sus conciertos esperando a que tocaran ese cuasi-himno de la llamada "generación X" que era Creep, al ya no incluirla más en sus presentaciones. Que para finales de los 90's, ya con un gran número de seguidores a sus pies después de la salida de lo que fue el clásico instantáneo The Bends (Parlophone, 1995), sorprendió a propios y extraños al abrir todo un mar de posibilidades y deshacer toda frontera entre el rock y lo electrónico con el Ok computer (Parlophone, 1997) y que posteriormente expandirían sus horizontes hacía los terrenos de la experimentación con aquellas exhaustivas grabaciones que darían como resultado los alucinantes Kid A (Parlophone, 2000) y Amnesiac (Parlophone, 2001) en el naciente siglo veintiuno, y que desde siempre han mantenido ese nivel y creatividad, no sólo para sus composiciones bien dicho sea de paso, sino también para llevar sus negocios, ya que nada más y nada menos, para el In Rainbows (Self-release, 2007) dio cátedra de como adaptarse a las nuevas formas de promoción y distribución de música en formato digital. Y que por si no fuera suficiente, para rematar esta conformada por personalidades tan dominantes e imaginativas como Thom Yorke o Jonny Greenwood, que a su vez están involucrados en gran número de proyectos simultáneamente. A estas alturas, -¿De qué otra forma podría sorprender?, y ojo no me mal entiendan, no con esto me refiero a algún tipo de exigencia estilo fan de hueso colorado o de crítico sabelotodo- si me preguntan, tan sólo al inicio de esta semana, me sorprendió el hecho de que así, sin haber proporcionado detalles previos o haber realizado una promoción como tal (sólo un par de canciones habían sido tocadas en algunos conciertos anteriormente), en tan sólo unos cuantos días podríamos disfrutar de este material hasta ayer inédito del que estamos hablamos, y aún así nuevamente provocar el revuelo, toda clase de comentarios y expectación, -ah!! y también publicar el vídeo del primer sencillo, Lotus flower-.
Teniendo esto en cuenta hablemos pues de este "Rey de las extremidades", título que posiblemente hace alusión a un gran árbol de roble, que se cree tiene mil años de antigüedad aproximadamente y se encuentra en el bosque Savernake Wiltshire, lugar cercano a donde la banda grabó su anterior disco. En mi opinión creo que este trabajo encierra muchísimos detalles, que sólo podremos notar poniendo toda nuestra atención en él, yo recomiendo unos buenos audífonos a un buen volumen y no hacer nada mientras se escucha. De hecho como unidad funciona mejor así, no es una obra para apreciar mientras se hace algo más, ya que está revestido de un gran número de sutiles capas que crean atmósferas realmente interesantes. Por ejemplo, en cuestión de las bases rítmicas, sobre todo en el apartado de la batería y secuencias de ritmos, me parecen toda una delicia; intricadas, minimalistas, hipnóticas, con ese toque que sólo ellos pueden lograr.
En esencia es más uniforme que su predecesor en cuanto al mood, no hay grandes cambios entre corte y corte, si bien algunas canciones tienen un tempo más acelerado que otras, la estridencia no se hizo presente esta ocasión. Se percibe un sonido reposado, mucho más cuidado, que a pesar de encontrarnos por momentos ante composiciones que podrían considerarse sentadas en bases netamente electrónicas y por lo tanto no contar con esa espontaneidad de rolas más guitarreras de trabajos anteriores, existe una organicidad e integración notable, en el sentido de que con el transcurrir de cada track, aunque una y otra posean  instrumentaciones totalmente distintas, no se pierda ese sentido de unidad, caso específico de Feral y Lotus flower, que si bien la primera es totalmente delirante, con todo un entramado de secuencias electrónicas que se van agregando in crescendo y no posee verso alguno, nos transporta de inmediato a esa línea bajo exquisita de Lotus Flower, que en cuanto a los elementos utilizados y su estructura es muy distinta, y sin embargo no desentona en lo absoluto; solo una de las tantas cualidades en la que se han hecho especialistas los de Oxfordshire a través de los años y por las cuales se siguen manteniendo vigentes.
En conclusión he decirles que, tomando en cuenta el gran historial antes mencionado de la banda, difícilmente nos encontraríamos ante una nueva gran evolución respecto a su sonido (o en lo que podíamos esperar), cuestión que por supuesto nunca descarto tratándose de Radiohead. Sin embargo también puedo decirles que efectivamente se trata de una gran obra de arte, en la cual se agradece que sigan dando rienda suelta a todas esas inquietudes que tienen, explorando, intentando nuevas cosas, con ese toque inconfundible que poseen, el cual dará mucho de qué hablar en las próximas semanas. Producido nuevamente por Nigel Godrich, espero sus opiniones, puntos de vista, haber que les parece, saludos.




...I will shape the sins into your pocket



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1 comentario:

  1. Cuando salió este disco, recordé este blog, gracias por este regalo! (a ti por subirlo y desde luego a esta gran banda)

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