martes, 7 de diciembre de 2010

TOOL

Es tiempo de una nueva competencia, aunque la modalidad esta vez será diferente ya que no serán dos bandas las que se someterán a una comparación, sino que, de una misma agrupación seleccionamos un par de sus discos y veremos cual goza del agrado de la mayoría de los escuchas.
Que mejor que presentarles dos discos de la que puedo decir es mi banda favorita desde hace ya un buen rato; tomando en cuenta la imagen que está en el costado izquierdo del post, sabrán que se trata de Tool, y que uno de los trabajos que competirá es el alucinante y extraordinario Ænima (1996).
Y es que este álbum en particular, representa un gran paso en lo que ha sido el sonido, mística e imagen de la banda. Empezando por un cambio en la formación original, ya que el bajista Paul D'amour decidió salir del grupo al ver el gran éxito que estaban teniendo, ya que él antes de formar parte de Tool ejercía una carrera como actor y por lo tanto la banda no formaba parte de sus planes a largo plazo.
Fue así que llegó Justin Chancellor a ocupar el puesto y complementar ese sonido que venían buscando. Para la producción se hicieron de los servicios de David Bottrill, que ya cuenta con una gran trayectoria detrás de las consolas colaborando con gente como Robert Fripp y Dream Theater previamente, de manera que los resultados son por demás sobresalientes.
El sonido de la banda previo a éste disco, era más directo, sin tantas atmósferas sonoras, con estructuras más tradicionales por así decirlo. Lo que nos encontramos en este trabajo elaborado en la segunda mitad de los noventas es algo soberbio de principio a fin; todos aquellos elementos que venían mostrando anteriormente aquí los encontramos, potencializados. Se nos devela una banda en total plenitud, talento y con una gran inventiva; todos y cada uno de los cuatro elementos que forman parte del grupo brillan con luz propia y nos brindan un álbum irrepetible y que será mencionado por mucho tiempo.
Un Adam Jones (guitarrista) con una amplia gama de recursos que nos deleita una y otra vez con sus solos o sus potentes riffs. Maynard James Keenan (vocalista) con esa voz camaleónica dejando salir sus obsesiones,  con ese humor negro tan suyo; hasta se da oportunidad para hacer un breve homenaje al comediante norteamericano Bill Hicks, que había fallecido un par de años antes y se caracterizaba por practicar una comedia mordaz que trataba con cuestiones como vida, muerte, sexo, drogas, etc.
La base rítmica cuya formación se estrenaba para la grabación del mismo, contando con Danny Carey (bateria) y el ya mencionado Justin Chancellor (bajo). Con ese estilo tan característico de Carey para tocar, simplemente espectacular.






Tendrían que pasar cinco años para que los seguidores de ésta genial banda pudieran escuchar nuevas creaciones. El hermetismo manejado previamente al lanzamiento de éste álbum, fue tal que hasta ellos mismos proporcionaban información falsa, sobre el mismo, distintos nombres y hasta respecto al sonido que contendría. Finalmente, una vez que fue puesto a la venta pudimos saber que su nombre real es Lateralus (2001) y que se trataba de un tipo puzzle en el cual los cortes no estaban en un orden precisamente correcto y que se trataba realmente de solamente una gran canción que encerraba muchísimos detalles, así como un mensaje central que le tocaría encontrar al escucha.
Para este nuevo trabajo, repiten con Bottrill tras las consolas; la integración de la música, las artes visuales y los mensajes de evolución personal, se da de manera más notoria. Para la cuestión visual, se alían del artista plástico  psicodélico Alex Grey, quién se encarga de la portada del disco y participa en la producción del vídeo del segundo sencillo, Parabol/Parabola, así como en las proyecciones usadas en los conciertos.
La pieza central lleva el mismo nombre del álbum (para los afortunados que pudieron conseguir el disco en las primeras semanas de su lanzamiento, podrán notar un error tipográfico en el nombre de esa canción; "Lateralis") y su duración es de casi nueve minutos y medio; todo un delirio sonoro, desde su breve introducción, avanza en una explosión que va variando su intensidad a lo largo de la misma, es un perfecto ejemplo de como esa amalgama de elementos pueden dar lugar a algo enormemente superior a lo que pudieran lograr de manera individual, ya que cada elemento se encuentra en armonía, incluso la letra cuenta con un muy bello mensaje expresado con una intensidad apasionante.


Me sorprende que me sigan provocando la misma emoción que experimenté la primera vez que escuche ambos discos, al comenzar a escribir este post, pensé que mi favorito sería el Ænima, pero al término del mismo creo que es muy difícil el inclinarme por uno u otro, ojala ustedes puedan emitir algún juicio, ya que para mi, ambos son grandes obras de arte.


*Por cierto los vídeos que aquí les pongo, son dirigidos por el guitarrista de la banda Adam Jones, buen viaje visual se carga, de hecho todos los vídeos de la banda corren por cuenta de él, por si les agradaron estos dos.








...How can it mean anything to me, if i don't feel anything at all




Descarga Aquí - Ænima

Descarga Aquí - Lateralus

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