martes, 9 de noviembre de 2010

SEPULTURA VS SOULFLY

Es momento de nuestro primer enfrentamiento entre bandas, que por algún aspecto en sus características, comparten similitudes, o simplemente algo en la trayectoria de las mismas las hermana.
Puesto que hace ya un buen tiempo que no hacemos recomendaciones metaleras, me pareció buena idea que este primer encontronazo tuviera como protagonistas dos bandas que son de lo más representativo; Sepultura por un lado del Trash, aunque sólo en una primera etapa de la misma; y Soulfly pues fue la banda que formó el legendario e incansable Frontman Max Cavalera, después de su salida de Sepultura.
Obviamente existe una estrecha relación entre estos dos conjuntos, uno con un pasado de muchísimo más de peso que la otra, aunque para los que seguimos dándole prioridad en nuestras colecciones musicales, pues es de gran gusto saber que ambas agrupaciones siguen dando buena tralla y sacando discos de manera regular; aunque por otro lado bien sabemos que desde aquella ruptura ninguna de las dos ha alcanzado aquel estatus que alguna vez tuvieron.

En cuanto a lo musical, podemos decir que también ambas han tenido altibajos en los trabajos lanzados desde la salida de uno de los fundadores de Sepultura; en mi opinión creo que de los últimos tres discos ofrecidos de cada lado, he observado que la balanza ha cambiado de lado, ya que por una parte puedo decirles que el disco debut de Soulfly (1998) fue un gran disco, potente y contundente, y con una buena cantidad de invitados de primer nivel; en cambio la respuesta de los compañeros de mister Cavalera, que se hicieron de los servicios de un afroamericano para hacerse cargo de las voces y que cabe señalar contaba con un estilo bastante diferente al del anterior vocalista (decisión que a la larga ha demostrado ser un gran acierto), con Against (1998), logran un trabajo bastante irregular, que si bien tiene un gran inicio, para la segunda mitad del larga duración se torna bastante aburrido, lleno de experimentaciones no del todo logradas.
Si comparamos a partir de este punto, podemos afirmar que hay una constante en los posteriores discos, por un lado el señor Cavalera no ha contado con una alineación que se mantenga constante por más de tres discos, entonces se puede decir que se trata de un proyecto más bien individual, ya que debido a ese transitar de distintos miembros entre las líneas de la banda, el aporte de ideas no fluye de la misma manera, si bien es cierto que incorporó desde entonces varios elementos e ideas que no hubieran tenido cabida en Sepultura, no hay mucho arriesgue en cuanto al sonido base, y creo que en algunas etapas, los guitarristas que han formado parte de Soulfly, han sido muy diferentes entre sí, cosa que sería enormemente positiva si en calidad estuvieran a la misma altura, pero por ejemplo, el guitarrista que entró para el segundo larga duración Primitive (2000); Mikey Doling, era un guitarrista que poseía un estilo más inclinado hacia el nu-metal, y por lo tanto el resultado final fue más bien enfocado hacia ese lado, cosa que a muchos no nos agrado del todo, y que seguiría por otros dos discos más, el 3 (2002) y ya en menor medida en el Prophecy (2004).

En aquel periodo, por su parte, Sepultura, siguió experimentando y buscando un sonido diferente, más guitarrero, tratando de alejarse de aquellos elementos tribales que caracterizaron al Sepultura de los años 1993 a 1996, que fueron los tres años previos a la salida de Max, en los cuales fusionaron ritmos autóctonos, percusiones e instrumentos procedentes de su país de origen, Brasil. Durante esta búsqueda incluso cambiaron de compañía disquera y no la pasaron del todo bien, ya que su presencia en festivales fue relegada, ya no eran considerados como una de las bandas principales dentro de los mismos. Sin embargo siguieron intentando y mejorando disco a disco, cosa que se puede notar perfectamente en el genial Nation (2001) y el más experimental y alternativo Roorback (2003); en los cuales, el nivel de integración es mucho mayor, se muestra ya más claridad en cuanto al nuevo sonido de la banda, el vocalista Derrick Green se escucha más confiado, más libre. Pero para ser justos, el que ha sacado adelante al grupo desde entonces, ha sido el gran Andreas Kisser, líder indiscutible y fuente inagotable de geniales riffs, con una técnica sobresaliente y gran variedad de recursos en su bagaje personal. Todo un placer escucharle, con ese sonido ya tan característico.


Posteriormente, con Soulfly vino toda una reestructuración, cosa que le cayo muy bien al sonido, ya que para el Dark Ages (2005) y el Conquer (2008), retoma aquel sonido más ríspido, incorporando aún más ritmos punk, que le dan más rapidez y contundencia a estos trabajos, sin embargo Cavalera sigue adoleciendo esa falta de creatividad en la generación de buenos riffs, ya que por momentos pareciera que recicla cosas intentadas anteriormente , ya no hay sorpresa, no hay arriesgue; desafortunadamente esto no es la excepción en su más reciente placa discográfica de nombre Omen (2010), el cual les traemos el día de hoy, igual posee un mood más sombrío, más rabioso, pero que no es nada distinto a lo que hemos escuchado, no hay emoción por escucharlo esa primera vez; sigue manteniendo el nivel, recomendable.


Sepultura ha lanzado dos discos después del Roorback, ambos han sido discos geniales para un servidor, conceptuales, potentes, siguen mejorando, moviéndose libremente dentro del metal, trash, un poco de alternativo, con un espíritu totalmente rockero, que siguen se notándose indiferentes al paso del tiempo. En 2006 el Dante XXI y el año pasado la obra maestra A-lex, álbum que hoy también les compartimos, con todo y que otro de los fundadores abandonó el barco, el fuera de serie Igor Cavalera.
Pues comparen que tanto se diferencian hoy en día ambas agrupaciones, haber cuál les parece más interesante, pero sobre todo disfrútenlos - Keep on Rockin'!!




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