jueves, 28 de octubre de 2010

MAX STIRNER

...Algo para leer mis amigos




..."¡No se puede, sin embargo, poner en la misma línea a un miserable y a un hombre honrado!" ¡Eh! ¿Quién lo hace más a menudo que vosotros, censores? Más aún: al hombre honrado que se levanta abiertamente contra el orden establecido, contra las sacrosantas instituciones, etc., lo encarceláis como a un criminal, en tanto que a un sutil bribón le confiáis vuestras carteras y cosas más preciosas aún. Así pues, in praxi, no tenéis nada que reprocharme...


...El cristianismo se ha propuesto librarnos del determinismo de la naturaleza y de la fatalidad de los apetitos. Su objeto era, pues, que el hombre no se dejase ya determinar por sus deseos y sus pasiones, lo que no implica que el hombre no deba tener deseos, pasiones, etc., sino que no debe dejarse poseer por ellos, que no deben ser en su vida factores fijos, incoercibles e ineludibles. Pero lo que el cristianismo (la religión) ha maquinado contra los apetitos, ¿no estaríamos en el derecho de revolverlo contra el espíritu (pensamientos, representaciones, ideas, creencia, etcétera) por el cual pretende que seamos determinados? ¿No podríamos exigir que el espíritu, las representaciones, las ideas, no pudiesen ya determinarnos, cesaran de ser fijas y fuera de alcance o, dicho de otro modo, "sagradas"?

Eso tendría por efecto libertarnos del espíritu, desligarnos del yugo de las representaciones y de las ideas. El cristianismo decía: "Tenemos, sí, apetitos, pero esos apetitos no deben poseernos". Nosotros le respondemos: "Debemos, sí, poseer un espíritu, pero el espíritu no debe poseernos". Si esta última frase no os ofrece desde luego un sentido satisfactorio, reflexionad en el caso de aquel en quien, por ejemplo, un pensamiento se convierte en "máxima", de tal suerte que se hace él mismo su prisionero; no es ya él el que posee la máxima, es más bien ella la que lo posee. Y él, en cambio, posee en esa máxima un "sólido punto de apoyo"...


Bueno pues estos pequeños fragmentos que acaban de leer forman parte del libro titulado El único y su propiedad, escrito por el educador y filósofo alemán Johann Kaspar Schmidt, más conocido como Max Stirner.
Los fragmentos que aquí les pongo me parecieron muy interesantes en cuanto a lo que llevo de leído, obviamente he encontrado más, esto sólo para recomendarles la lectura; si son de estomago blando mejor abstenerse, el libro es de editorial Sexto Piso por si quisieran conseguirlo, me gustaría saber sus opiniones al respecto, saludos.

P.D. Busque alguna buena foto del autor, pero no encontré más que sólo una muy pequeña imagen y unas cuantas caricaturas, no más.

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