domingo, 10 de octubre de 2010

BRENDAN PERRY

Como ya habrán notado, hicimos un breve paréntesis en la serie, "Musas Rockeras"; hoy Domingo francamente no sabía que recomendarles, mi mente estaba en blanco, y por lo tanto me puse a buscar en mi ipod para ver si encontraba algo que resultara agradable para escuchar un séptimo día, en tranquilidad, sin más que disfrutar de agradables sonidos en solitud, lejos de las prisas de la rutina, refugiado de la hostil ciudad y crear tu particular zona de bienestar y no saber más.
Creo que la suerte me sonrió por hoy, y encontré un álbum que particularmente no había escuchado, de hecho, al verlo en la lista de mis discos, me pareció extraño, ya que el nombre del artista no me era familiar, entonces está de más el aclarar que por lo tanto ignoraba (últimamente me paso de ignorante, ja!) de la existencia de dicho disco en mi ipod, así que obviamente comencé por reproducirlo en mi compu para descifrar el enigma de cómo es que había llegado ahí. Al comenzar el primer corte del álbum, que por cierto lleva por nombre Eye of the hunter, me llamó la simplicidad de sus primeras notas, una voz serena las acompañaba y como fondo aquellas notas eran arropadas por una delicada línea de violines que sutilmente hacían del conjunto una delicia. La segunda pieza que se abría paso, se trata de Voyage of Bran; sigue con esa misma línea minimalista, elegante, con un tempo relajado, haciendo muchísimo más, con menos; entonces mi curiosidad crece aún más y decido buscar quién es Brendan Perry (WTF, ja!) y me encuentro con que se trata de aquel compañero de mil batallas de la talentosisima Lisa Gerard, en aquella banda de culto, legendaria, extraordinaria, llamada Dead Can Dance; conjunto que en sus inicios se caracterizó por composiciones más encaminadas a lo gótico, aunque siguiendo su instinto de natural evolución, su afán por experimentar con más sonidos, se mudaron a una corriente más ecléctica, más libre y orgánica.
En este su primer trabajo como solista, el señor Perry deja entrever algunos elementos que nos recuerda la banda de donde proviene, sin embargo, se desliza por terrenos de más sencillez, añejos, por las raíces  de su propia música, por lo elemental; lanzado en el 2000, tal vez no haya recibido la misma atención que se le da a su ex-compañera, sin embargo, este apasionante trabajo vale por sí solo y vale la pena echarle un vistazo; genial elección para un día como hoy. Toda un caricia al oído.


Where the old Gods still dream



Descarga Aquí


No hay comentarios:

Publicar un comentario