Haciendo un pequeño paréntesis en las musas del rock, pues trayéndoles lo más reciente de uno de los consentidos de un servidor, La Barranca, ya les habíamos posteado algo anteriormente de ellos, hace dos días que lanzaron este que es un nuevo capitulo en su ejemplar discografía. De nombre Piedad Ciudad, honestamente todavía no he terminado de escucharlo todo, así que solo les comentaré mis primeras impresiones, y posteriormente les escribiré una reseña como tal.
Lo primero que me llama la atención es que lo que ya de por sí se había reducido a trío en el predecesor Providencia, para éste ya queda solo en dueto, pues Alfonso André ya no figura en el apartado de la batería, aunque si participó en la grabación de algunos cortes.
Eso a mi parecer se ve reflejado muchísimo en el resultado final, ya que de entrada percibo más marcada esa tendencia que se venía siguiendo desde El Fluir, o sí se es un poco más estricto, desde el Denzura, al mostrar esa vena rockera más abiertamente, restando importancia a elementos los cuales eran practicamente de cajón en composiciones que formaron parte de sus primeros tres lanzamientos, que bien pudieran ser las percusiones, arreglos de cuerdas, instrumentos de viento, así como incorporaciones de ritmos como sones, danzones o algún otro genero distinto al rock, teniendo como consecuencia un sonido más directo y compacto, explosivo por momentos (gracias al gran talento que posee Aguilera en las seis cuerdas), ríspido, pero que pierde en toda esa mística que envolvía al grupo.
Lo que puedo apreciar, es que creo que el sonido refleja de manera fiel el titulo del álbum (o al revés), ya que se percibe un sonido más urbano, nacido desde los rincones o en las calles de una gran ciudad, con una atmósfera, más lúgubre, si quiere, pero que a cada instante está en la búsqueda del algún resplandor.
Es también de un gran gusto que sigan figurando en el apartado de invitados, colaboradores que han estado desde el principio, que bien pudieran ser el buen Jorge ¨Cox¨ Gaitán o Mónica del Aguila en el Cello, así como un viejo compañero de Aguilera en otro proyecto antes de La Barranca, el señor Steven Brown, con el cual compartió el escenario en aquel colectivo de nombre Ninerain.
Con lo dicho anteriormente respecto al sonido actual de esta nueva encarnación de La Barranca, no quiero decir que dejaron de lado los elementos que usualmente suelen acompañar su música, no, aquellos elementos siguen estando ahí, sino que los han dotado de un sonido más enfocado a la estridencia, teniendo como resultado este sonido más directo del que les hablaba. De hecho uno de los elementos que me agradó bastante fue el trombón empleado en dos de los cortes que forman parte del disco, muy retro, que sin duda forma parte de todos esos pequeño detalles que envuelven y entretejen toda la música de esta banda.
Aquí les dejo el link (proporcionado por el Alfredo) para que puedan escucharlo y darme sus impresiones, y ya después lo compren (como un servidor ya lo hizo), no sean gachos, $90.00 varos, por una gran obra de arte, también las ilustraciones están bastante interesantes, para que se hagan de él lo antes posible y así apoyar este tipo de esfuerzos, que se agradecen sobremanera.
Las palabras son la lengua del alma...
Descargar Aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario