miércoles, 21 de julio de 2010

SANTA SABINA

Miércoles, mitad de semana y todo sereno, ojala les esté yendo bien éstos días, sino pues aquí ya saben que la música no cesa; antes que nada quisiera comentarles que la recomendación de hoy, se supone que la tendría desde el Domingo, pero por causas de fuerza mayor, no pude sino hasta hoy terminar el post, porque incluso ya tenía trepado el disco desde el mismo día.
Una vez aclarado el asunto pasamos a lo importante; se trata de otro de los grandes nacionales, Santa Sabina; agrupación formada en 1989, teniendo su mayor auge al ser tomada en cuenta para una serie de compilaciones (Rock en tu idioma) de bandas de habla hispana y por lo tanto posteriormente así, obtener un contrato con una filial de BMG Ariola, de nombre Culebra Records y con ellos grabar sus tres primeros álbumes.
Esta primera etapa de la banda, su sonido se caracterizó más bien por tener sus bases en un rock más sencillo, incluso urbano, letras con un contenido que en algunos casos hablaba sobre la vida en las calles de la capital. Posteriormente para el lanzamiento de su tercer Lp (Babel, 1996), se aprecia una notoria evolución en el sonido, gran parte de esto gracias a la incorporación de Alejandro Otaola en la guitarra, dando lugar a elementos más propios del jazz o el progresivo, e incluso se pudieran mencionar algunos tintes góticos, que no serían la primera ni la última vez en estar presentes. Para la salida al mercado de éste que hoy les recomendamos, de nombre Mar adentro en la sangre (2000), la banda había cumplido su compromiso comercial con su sello discográfico y para la comercialización del mismo, elegirían el camino independiente; factor que los lleva a gozar de una total libertad creativa y por lo tanto siguen con el rumbo tomado en el predecesor, Babel, y dar un paso (sino es que varios) adelante, para firmar uno de sus mejores trabajos, en muchos aspectos, ya que enriquecen su sonido, haciendo uso de secciones de cuerdas, así como gran variedad de percusiones y hasta algunos discretos elementos electrónicos. La voz de Rita Guerrero a plenitud (como siempre), suena exquisita; mención aparte para lo que hace Otaola durante todo el disco, ya que su manera en la que elabora las líneas para la guitarra, son de una forma realmente interesante; de manera muy atípica pero a la vez muy sutil, alcanzando la grandeza en los momentos clave. Un ejemplo bien puede ser el corte que da nombre al disco (también mi favorita), en donde se nota realmente en estado de gracia total, en la cual, cuando se llega el clímax, la guitarra se hace presente de forma soberbia para llevarnos muy lejos de esta tierra. Otras destacadas: Soledad, Ojalá fuera tu voz y Esperar que.
Disco extremadamente rico en su contenido artístico, refleja una banda madura y en pleno goce creativo, todo un deleite sonoro, ojalá lo disfruten tanto como yo mientras les escribía este post. Sugerencias, observaciones, ya saben, son bienvenidas, pásenla bien, hasta el próximo.

Tu sigues en mi cabeza, como pesa tu ausencia...



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